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14 mar 2013

Manifiesto 14M Asamblea Universitaria de Badajoz


Como miembros de la Universidad de Extremadura somos conscientes de que hemos gozado de la posibilidad de desarrollar nuestra actividad gracias al compromiso continuado de la sociedad con la educación pública. Sabemos que hemos podido estudiar, investigar, y trabajar por el correcto funcionamiento de la Universidad en buenas condiciones debido a que existía un consenso firme acerca de la importancia de garantizar una educación superior de calidad a todos los ciudadanos residentes en nuestro país, mediante el establecimiento de unas tasas asumibles para la mayoría, y de un sistema de becas que compensaba las dificultades de los menos favorecidos.

Ese consenso se ha roto.

En una situación en la que muchos ciudadanos tiene problemas para llegar a fin de mes, el desempleo juvenil supera el 50%, y el de la población en general el 25%; siendo cada vez más evidente que el modelo productivo y social en que vivimos, que perjudica a la mayoría y en especial a los jóvenes, está agotado. La inversión en I+D+i está muy por debajo de la media de los países de nuestro entorno, con cifras más parecidas a países tercermundistas que a estados que se suponen desarrollados. Ante esto, el Gobierno de España ha decidido, de forma unilateral y sin consultar a las partes afectadas, realizar drásticos recortes en todas las etapas de la educación pública.

La educación superior, si se llevan a cabo los planes del Gobierno, algunos de los cuales han empezado a ejecutarse, no saldrá indemne de este proceso. A través del Real Decreto 14/2012, entre otras normas, se proporciona a las Comunidades Autónomas las herramientas para ejercer una mayor autoridad sobre las Universidades, mermando drásticamente la autonomía universitaria; se establece un radical aumento en las tasas de matrícula, se dificulta el acceso a las becas, especialmente para los alumnos y alumnas más necesitados de ellas.

Estos cambios llevarán a que muchos alumnos abandonen los estudios, además de disminuir la calidad de la enseñanza recibida y a tener que endeudarse a causa de la cada vez más evidente mercantilización de la universidad, no olvidando los nuevos requisitos de becas, que obligan a todos los beneficiarios a superar, como mínimo, el 50% de los créditos matriculados, ya que en caso contrario deberán devolver las cantidades concedidas, con excepción de la beca de matrícula.

De hecho ya se han dado casos en nuestra Universidad de compañeros y compañeras que han tenido que abandonar sus estudios a mitad de curso. No es de extrañar esta situación debido a la actual coyuntura económica que atravesamos, donde familias subsisten con lo mínimo para comer, algunas tienen a todos o casi todos sus miembros en paro desde hace años y entre los estudios de un hijo y la comida del mismo, no hay alternativa. Incluso alumnos que iban a percibir beca por cumplir todos los requisitos han tenido que volver a casa y dejar la Universidad ya que el retraso debido a incidencias administrativas ha provocado la situación de desamparo ante los gastos de subsistencia antes mencionados. Esto está pasando entre nosotros, actualmente, en esta Universidad y muchas más y es inadmisible.


También se reduce, de facto, la cantidad de profesores necesarios en las titulaciones, lo que conducirá a la rescisión de los contratos de muchos de ellos. Por ello pensamos que una huelga, lejos de enfrentar a alumnos y profesores, debe actuar como pegamento entre nosotros, porque los estudiantes defendemos al profesorado y viceversa. Porque debe producirse una relación mutualista entre estos dos sectores que permita que la Universidad tenga una voz única y contundente frente a esta desmantelación que nos imponen. Porque los alumnos queremos profesores con una carga lectiva razonable y sueldos justos y dignos. También pensamos que los profesores deben alzar y unir sus voces para exigir igualdad entre los estudiantes, que puedan estudiar todos y que es injusto que algunos se queden sin posibilidad de estudiar en la Universidad, dañando la educación a nivel generacional y volviendo atrás en el tiempo donde estudiaban casi exclusivamente los hijos de clases acomodadas.

Frente a estos ataques a la Universidad, la comunidad educativa no puede quedarse quieta. Es necesario luchar para que, en lugar de llevarse a cabo recortes que atentan contra el futuro de nuestro país, aumente la inversión en I+D+i y en educación, motores fundamentales del progreso tanto intelectual como económico de la sociedad.

Los motivos por los que nos reivindicamos son los siguientes:

- La continua oleada de recortes en la educación pública y las políticas encaminadas a su elitización y mercantilización.

- La brutal subida de tasas que sufrimos el curso pasado y las consecuencias que ha traído en el actual.

- La imposición antidemocrática de la LOMCE, así como el nuevo Informe de Expertos sobre universidades (el cual supone el desmantelamiento de la poca democracia que ya existía y precariza las condiciones de todo los sectores de la comunidad universitaria) con el único fin de hacer a la universidad una parte más del mercado y trayendo consigo la desigualdad de oportunidades.

- La nueva normativa de becas.

- Recortes en I+D+i, destruyendo lo construido hasta ahora, dejando sin trabajo y sin expectativas profesionales a miles de jóvenes investigadores y afectando seriamente el devenir de la economía española por la “fuga de talentos”.


Todo ello no son medidas aisladas ni pertenecientes únicamente al actual gobierno estatal, sino que se encuadran en las políticas que ya inició el Espacio Europeo de Educación Superior, conocido coloquialmente como Plan Bolonia y cuya segunda fase es la Estrategia Universidad 2015, la cual profundiza estas reformas con el claro objetivo de privatización de la educación pública (en especial en sus etapas superiores) en único beneficio de los sectores privados de la economía. Han transformado el derecho a la educación y el conocimiento en un producto más al servicio de los mercados y a merced de sus dinámicas.


-Porque es evidente que la calidad de la formación recibida por los universitarios españoles se verá afectada negativamente por la disminución del número de profesores.

-Porque la educación no sera universal y accesible para todos si el aumento de las tasas y la disminución de las becas lleva a la exclusión de los menos favorecidos.

-Porque es necesario un cambio de modelo productivo, en el que prime la inversión a largo plazo, basada en la innovación, y no el afán de enriquecimiento rápido que nos ha llevado a la actual crisis.


                    Por todo esto, decimos NO A LOS RECORTES EN EDUCACIÓN:


-No al brutal aumento de las tasas.

-No al endurecimiento de las condiciones para acceder a becas.

-No al establecimiento de condiciones que faciliten el despido de profesores no funcionarios.

Luchamos por un acceso igualitario a una educación de calidad, nos rebelamos contra la devaluación de la educación pública y trabajamos para construir una universidad para todos y todas, porque es la garantía de alcanzar una sociedad mejor donde podamos vivir, no sobrevivir.

Asamblea Universitaria de Badajoz.